Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Cada gesto suyo era pura maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas https://mohamadyvin351817.kylieblog.com/39144516/qué-pasó-realmente-en-el-cabezazo-de-zidane